
BIENVENIDO AL UNIVERSO CROMÁTICO
Poesía

Almendra
Engendras emjambre,
Amarras amargas
Migas de mal.
Lejana
De ojos de Almendra
Ella.
Al ajedrez es la as.
Te injiero a venero.
Y agito el dolor.
Anda y enmienda,
Almendra,
Mi cruz
Arrecife.
Espíritu de guerra y turbulencias
entre pasos apedrados,
cáscaras de pintura nublosa
y el vaivén del cielo gris.

Tendencia
Tengo tendencia al trato,
a trovar tus triunfos y
trabar mis metas.
Tiendo a perder mi tez innata por
crear a tropel tu trono.
Para ti mi trilogía tristeza es trivial mas para mi trunca la travesía vital como tósigo existir.
Atontada toleta torcida.
Tirana por tus tintes de tiniebla.
Ten en cuenta:
Mi textura es tu tesoro.
Nació del silencio una noche de verano bajo el tierno regazo de la madre del universo y su blanco hogar representado en la tierra.
Antes del vuelo corrían dudas, mentiras, desastres. El amor de plástico que intercambian por bienes de alma y destruyen a su antojo.
Entre ese gentío (que nunca terminan de verse) se van entrelazando, poco a poco, vientos oscuros que borran al fragancia de un corazón abierto.
Entre pócimas pésimas de cerveza y tabaco, se camuflan los dolores de la persona que busca fuera, como mendiga, el amor que dentro le falta.
Guiada por la estupidez, la inocencia y las antagónicas formas de identificarse, se adentra a base de golpes, por ciegos pasillos estrechos dando por suyos pálpitos que no existen.
Tras las zarzas y escombros un destello de luz asoma entreabierto como el pestañeo de una niña silencioso y tierno.
Se adentra ya con ropas limpias y el petricor de sus pies descalzos por los páramos naranjas y verdes donde habitan los sabios.
Entre flores de hibiscos y manantiales dorados se escucha cantar contentos a los ángeles de Su reino esta cancioncilla:
<<Querida Conciencia: Tú abres las puertas y hechas cerrojos. Tú muestras el mal nos abres los ojos. Tú abres el pecho y lloro con gozo. Querida Conciencia que viva la verdad en mi corazón por siempre>>
EL
reino
de
conciencia

Fantasma
Quiero hacer un poema
que recoja todo lo que desconozco,
la inmensidad de la creación,
el movimiento y el color
de cómo danzan las deidades.
Quiero hacer un poema modesto,
y a medida que se suman las palabras,
el espacio y el tiempo,
mi ser se vaya transformando en algo más sencillo.
Sólo quiero hacer un poema suave,
que me invite a desaparecer de esta forma.
Ser vacío
Ser el todo
Sólo espíritu.



Endecha sin fecha

Endecha sin fecha.
Mar de llamas,
de lágrimas contenidas.
Un punto de fuga
en dibujos de oro,
tallados con manos sinceras,
acciones de palabras inocentes,
de ojos brillantes.
Bendigo cada segundo
y cada abrazo,
a las flores de los cantos
y el campo del tiempo.
Somos palabras,
magia,
corazón,
escucha.
Surcos que no darán frutos,
tierras bichadas por historias pasadas
darán el final del arriendo.
Podría escribir más conjuros,
soñar fantasías de idiotas,
de cosas sencillas
que salen del alma.
Sé que si se va la luz,
te buscaré por los sueños,
en algún patio
encontraremos el destello
que nos alumbre de nuevo.
Sin
volver atrás
Nunca te he escrito de esta forma tan lejana, tan fría y periférica.
Se disipa el rumor de mar y se enciende el lejano cuchicheo de la ciudad y el tráfico.
Hace tiempo que dejamos de ser melodía en cuerpos y comenzamos a ser ruidos extraños, irreconocibles.
A pesar de intuir el final,
Como en el verso que te pronuncié cuando te hice pronombre;
no recuerdo si era el octavo, el quince o el veinticuatro, o si quizás te nombré en aquella estrofa.
No escuche el despertar del sueño que grilla o la ofensa que genera la falta de tacto.
Tacto, era tacto.
Tibio, era tibio.
¡Mentira!
¡Ahora lo recuerdo!
¡Aquellas rimas aliterativas tensadas cuyo fonema tenía forma de cruz!
Ahora lo recuerdo
frente a las vivas palmas que nunca nos regalarán sombra.
Intentando recuperar lo que nunca hubo, lo que no tenías.
Embasado al vacío atemporalmente todas las migas de olvido, las tardes de rabia, los plásticos celos.
No voy a desnudar nuestras pieles ni dejar que el viento las acaricie.
Fuimos abrigo de lana y estufa de escarcha en mañanas de lluvia.
Fuimos cerveza cara, conversaciones nocturnas y grupees de mesa y manís.
Fuimos tantas cosas, todas tan tontas y dudosas.
Nunca hice algo que no quisiese, nunca callé el sentir de una poeta silenciada.
Pude haber amado menos y no supe.
Las diosas dueñas de la justicia me aclaran:
<<grita, enmudece o vete,
pero no te halles imaginando pliegues de rosas y luz natural en la selva atlántica de un corazón solitario>>.
Irrecuperable
Ya viste de buena fe Que soy la extraña extranjera de directrices remotas que fantasea en vida y huye de las agrietadas cicatrices.
Nos miramos como adolescentes sin sueños que ansían apretar sus puños y conquistar los desiertos.
Sé que brillan tus ojos cuando me ves y temo que desgarres todas las pieles que me cubren descubriendo lo que soy a solas:
una mujer que solo ama en papel y canción con un temor que esconde tan grande como su propia fe.
Me ves caótica, luciérnaga, miedosa tan complicada como graciosa y la que ha vivido parte de tu pena y tu victoria.
Más temprano que tarde me encontrarás distinta como un talismán perdido en la arena que nunca fue tuyo .
Irreconocible
Irrecuperable.

